miércoles, 3 de abril de 2013

MARLON BRANDO, EL ROSTRO IMPENETRABLE


Marlon Brando, nacido el día 3 de Abril de 1924

Aries ascendente Sagitario.
Rebelde, valiente, guerrero, excesivo...

No tuvo una vida fácil. Aunque tuvo la suerte de poder ejercer su talento como actor.

La conjunción Sol-Luna en Aries cuadrada a Marte y Plutón ya indican una infancia poco plácida. Y una vida, quizás marcada, por algo de violencia y alguna muerte cercana.

Todo ello teniendo en cuenta que poseía un Venus en Tauro, que después de todo perseguía la tranquilidad, la paz, la armonía. Una gran contradicción vital.

El gran Trino en Fuego le otorgaba valentía, decisión, empuje, y hasta un carácter explosivo.

Con Júpiter en el ascendente puede haber tendencia a los excesos y además por su ascendente Sagitario tendencia al sobrepeso, tal como fue. Aunque creo que detrás de su obesidad había una gran necesidad de compensación.

Actor peculiar, de gran talento y un agraciado físico en su juventud. De mirada frontal, fiera incluso.

El tema natal de Marlon da la impresión de alguien poco prudente y tendente a la precipitación.

La carencia de planetas en el elemento Aire pueden dar menor capacidad de maniobra o que al nativo le resulte más difícil "aligerar" su propia existencia.

Pero también diría que hubo una segunda parte de su vida más madura, más tranquila. Quizás, incluso refugiándose del mundo. Sagitario ascendente y ese Júpiter le impulsan a creer en si mismo, Venus, hedonista, le pide que le de paz al cuerpo.

Sin duda, esa combinación energética o psicológica de ingredientes no era fácil de llevar.

Lo que queda es la impronta de su imagen en la gran pantalla. Ese rostro al principio rebelde y retador, de mirada directa y de bellas (y venusinas) facciones. Con el pasar del tiempo: rasgos más dilatados, dura expresión... Como si hubiera construido un muro entre él y el resto del mundo.

La casa IV nos habla del principio, pero también del final. Y así fue. Su entrada al mundo no fue pacífica y sus últimos tiempos fueron difíciles y hasta precarios.

No era una predicción. Eran su carácter y su personalidad los que marcaron su destino. No es fácil a menudo escapar de uno mismo ni cambiar los patrones aprendidos en la infancia. Y aunque podemos virar el rumbo en cualquier momento, lo más habitual es seguir siendo como somos.

C'est la vie!

Dhanna

605313794







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