Hoy quería hablar del paso del planeta Plutón por el ascendente y la conjunción con Venus. Lo hago de primera mano ya que esta ha sido mi propia experiencia. Es mi propio testimonio.
Al ser este el planeta más lento en su movimiento, muchas personas no vivirán este tránsito ya que Plutón tarda entre 12 y 18 años en pasar por un signo. Unos 250 en dar la vuelta al zodiaco.
Actualmente se halla en el signo de Capricornio. A nivel genérico nos habla de una transformación profunda de las estructuras políticas y económicas como viene siendo. Habla también de recesión, control, escasez. No son tiempos fáciles los de este tránsito. Y para cuando llegue a Acuario la sociedad debería haber aprendido algo de este duro paso. Se prevé una etapa más social para entonces, pero para eso aún falta...
Tengo el ascendente a 3 grados de Capricornio y Venus a 5 grados del mismo signo, por tanto conjunto a la cúspide de la casa I.
Plutón primero tocó a mi Sol en Sagitario en XII. Fueron tiempos de escuchar la voz interna, de preguntas, de reflexiones, aunque aún eran solo inquietudes. Momentos de malestar, la muerte de la figura paterna. Un "runrun" que me obligaba a pensar en que debía virar el rumbo...
La cosa se puso más dura cuando Plutón asomó por mi ascendente.
Aparte del evidente cambio físico (pasé de llevar el cabello rubio a negro). Empecé a tomar cartas en el asunto de mi propia vida. Decidí divorciarme a sabiendas de que me exponía a una situación límite en lo económico, pero sentía la obligación de enfrentar la situación. No había otra opción. Era como salir a la plaza y ponerse delante del toro. Sola ante el peligro.
Viví momentos de profunda tristeza sin comprender a que obedecían y no era una depresión, era como conectar con algo pasado, viejo y que pugnaba por salir. Tuve extraños encuentros con almas de otras vidas (o eso parecía), viví un divorcio y una posterior relación nefasta...
Experimenté el dolor de morir en vida para renacer.
El tránsito hizo carambola, primero me tocó al ascendente y después a Venus... Creo que seguir viva es casi un milagro.
He experimentado el dolor del alma, el sentirse solo como si tu madre te hubiera dejado a la puerta de un orfanato, el abandono sentimental, acoso, envidias ajenas...
Y por mi ascendente Capricornio, intentando aguantar el tipo, siempre. Y por supuesto en solitario.
Sentía dolor físico, a la altura del estómago, pero no era dolor de estómago. Era como si te partieran en dos, como si tuvieras que romperte para recomponerte entera.
Ciertamente un doblete intenso. Una carambola cruel que te afecta al físico, a tu proyección exterior y a tus afectos.
Plutón tocando mi Venus fue como un torpedo en las profundidades, silencioso pero efectivo. Y en este caso se llevó a mi madre.
Cambió mi forma de relacionarme, de sentir los afectos, me hizo vivir en el infierno tortuoso de la pérdida, viví una triste historia de manipulación y desdén. Todo para llevarme al núcleo de mi parte afectiva. En muchos momentos deseé dejar este mundo. Tuve alguna crisis nerviosa, por primera vez en mi vida. Pero superé ese trance.
El sexo se volvió más intenso que nunca, hallando en mi camino buenos amantes, aunque sin pizca de afecto.
Transformó también mi economía. De vivir bien pasé a vivir en una situación precaria, al principio es un shock, luego vas adaptándote a ello. Encima con una crisis económica brutal que hace la situación más compleja. Y no saber nunca si el mes que viene podrás salir adelante. La situación sigue, por supuesto. Pluton aún anda por mi ascendente. Pero lo que ha cambiado es mi actitud.
El tránsito se siente unos pocos años antes, diría que unos 5 años antes empezó a hacerse patente. Era como si ya fuera consciente de que mi vida necesitaba un cambio, una transformación. Y fue por aquella época cuando me introduje en el estudio de la Astrología.
Ahora a 6 grados de distancia de mi Venus y a 8 de mi Ascendente Plutón en aspecto separativo sigue dándome un poco de trabajo pero menos. Creo que todavía queda un año más de tiempo en que sentiré su aliento en mi nuca...
La transformación se está puliendo. El tránsito ha sido efectivo, duramente efectivo. Ha intentado hacerme creer en algunos momentos que la mejor opción era abandonar este plano. Pero no lo ha conseguido. He tocado el infierno, mejor dicho he estado en él, pero solo de visita... Ahora vuelvo a mi hogar, al hogar de mi alma, que ha renacido por la prueba límite del Señor de los Avernos. No se si soy mejor o peor, pero soy otra, sin duda.
Debo enfrentar aún ciertas pruebas últimas y toparé con algunas personas que arrastran consigo la peor cara del planeta. Pero yo sigo mi camino que no está donde marcan los mapas, si no dentro de mi.
La Astrología nos da una visión temporal, cíclica de la vida. Sabes que un transito, es como su nombre indica; transitorio. Conocer este punto te ayuda a soportar el temporal y a buscar herramientas dentro de ti para superarlo. Los tránsitos intensos y duros traen consigo aprendizaje. No es que sea sabia, sigo sin saber casi nada, pero se algo más que hace unos años atrás.
Sobre todo de mi misma, morder el polvo te ayuda a saber como eres en realidad. Sin fantasías, crudamente. Pero también te puede dar una gran comprensión del sufrimiento ajeno. A mi me ha hecho más piadosa con el dolor del mundo, pero también me ha autentificado y me ha enfrentado a la vida.
Aun queda mucho por hacer pero, por si a alguien le sirve de ejemplo este es mi análisis en primera persona de este tránsito de (dura y contundente) transformación profunda.
Dhanna
605313794
Esta luna está conjunta a Saturno y se opone no solamente al Sol, si no también a Venus y Marte. Así que es una oposición múltiple. La Luna en Escorpio y pegadita a Saturno se auto-flagela y limita. Pero en lugar de vivir la parte torturada de este signo podemos aprovechar para meditar profundamente, para soltar lo que ya no tiene sentido conservar y dejar que la siguiente fase lunar se lleve consigo nuestros demonios. Creo que puede ser un momento de cambio y transformación si se usa bien la energía del signo Escorpio.
